miércoles, 6 de junio de 2012

Belén.


Belén.

Ella es Belén.
Belén es de un cabello largo, suave y negro.
Es de ojos grandes, cafés, dulcísimos y vivos.
Belén es de sonrisa amplia, sincera, abierta.

Belén es de un cuerpo largo y esbelto.
De palabras dulces y francas, pero ciertas.
Belén es dueña de un corazón grande y honesto,
de un corazón bondadoso.

Ella irradia paz, irradia esperanza.
Irradia tranquilidad, irradia felicidad.
Ella iradia luz.

A Belén le gusta mantenerse en movimiento, le gusta bailar.
A Belén le gusta ir bailando por la vida, por los caminos; le gusta ir bailando calle por calle, plaza por plaza.
A Belén le gusta mostrar la felicidad que lleva en su corazón.

Belén es única.
Belén es hermosa,
es fantástica,
es dulce,
es increíble.
Belén es Belén.

Belén, aunque lo niegue, es una estrella.
Es una estrella guía.
Nos señala el camino a todos.
Belén es la guía, el camino y la meta misma.
Belén es Belén.

Nunca la conocerás del todo,
siempre va a sorprenderte con algo nuevo.
No dirá cuando todo le va mal,
te regalará una sonrisa a cambio.


Belén es estrella,
es madre de todos.
Belén es una flor en medio de un jardín descuidado,
es un oasis en medio del desierto.

Belén es luz, es estrella, es madre, es única.
Belén significa salvación.

Yo amo a Belén, con cada parte de mi ser.
Amo sus sonrisas, sus risas, su voz.
Amo sus manos, amo sus ojos, amo su felicidad.
Amo su alma, amo su ser, amo su todo.

—¿Qué no puedes amar de ella? —Pregunto yo.

Su terquedad quizás.
Su silencio,
su enojo.
No, mentira. Amo todo aquello también.

Belén es vida.
Es esperanza,
es felicidad,
es pureza.

Belén es todo esto y a la vez más.
En simples palabras: Belén es Belén.

- Alguien en algún lugar.




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