viernes, 3 de febrero de 2012

A ti




Oh, mujer, eres como un libro,
de cubierta tan bella, tan suave bajo las yemas de mis dedos,
de palabras que fluyen y engullen.
Eres tan simple y complicada a la vez.
De palabras dulces que me enredan, me atrapan y me hacen perderme en ellas.
De palabras simples, inicios simples,
de desarrollo complejo y único.
Y cómo todo buen libro, tiene un fin.
Un final trágico para una historia perfecta.

Oh, mujer, me has hecho un esclavo de tus besos,
esclavo de tus caricias,
prisionero de tus ojos,
amante de tus labios.

Mujer,
¿Qué piensas?
¿Qué hueles?
¿Qué miras?
No me canso de preguntarme.
Y bien,
¿Estás dispuesta a soportarme?

En tus ojos me pierdo,
en tus brazos me enredo,
busco tus labios, tu lengua.

Mujer,
a ti.

A tus ojos.
A tus manos.
A tus labios.
A tus besos.
A tus caricias.
A tus sonrisas.

A ti, mujer.

A ti.

- Alguien en algún lugar


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