La luna es una espía, maestra del camuflaje y de la discreción. Ha visto hasta lo que no debía ver, es una impertinente pues siempre esta ahí cada noche. La miro porque es un blanco resplandecer, me refleja lo que haces, esa es una razón por la cual la luna no me cae del todo mal. Porque en ella puedo verte, puedo ver que escribes mil poemas, que escribes miles de versos pero ninguno queda.
Puedo ver que tú, tan hermosa, tan reina, tan tú, y en mi mente se teje la idea de que viendo que la luna es parte de nuestro romance. Hagamos un trío: la luna, tú y yo; y así ella cada noche no iluminará, y juntos entonaremos cantos al amor, a la unión; juntos caminaremos y cuando sea de día, guardarás la mitad de la luna en tu bolsillo y la otra mitad yo en mi corazón.
- Liliana Mayorga y Yafté Gómez.
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