viernes, 2 de marzo de 2012

Confesiones de Alguien inexistente


Y nada, que acabo de admitir una verdad de mi persona. No es fácil admitir que eres una mentira, o más bien, que te convertiste en una mentira. Ni siquiera es fácil volverlo todo en palabras, ese momento, ese sentimiento, esa presión en el pecho. No es fácil convertir esa agonía y desesperación en palabras.


Te tambalea, te tambalea la existencia. Todo lo que creías, todo lo que creías que era, y te deja desnudo, expuesto. Aquí estoy, sintiéndome desnudo ante el mundo, como una presa mansa y herida ante las fauces de la bestia, ¿quién es la bestia? ¿La sociedad? ¿Yo? No, ¿quién soy yo?
Incluso mi letra ha cambado... Es tan ilegible y temblorosa, patética e insegura, ¿ahora qué? Todo lo que he sido ha sido una máscara, una armadura de personalidad, en realidad no soy fuerte sino débil. No soy narcisista ni perfecto, sino imbécil.

¿Quién soy?
¿Qué soy?
¿Qué seré?

Ay de mí. Ay, pobre de mí. Es como despertar de un sueño y ver la realidad que te rodea. Todo se ve, huele y siente diferente, pero para mal. El mundo ya no parece estar a mis pies sino yo bajo sus pezuñas, apunto de ser aplastado.
Es curioso, ¿sabes? Soy yo, Alguien aquel crío marginado y abusado en su infancia, que fue objeto de burlas y risas infantiles. Soy ese Alguien miedoso y bueno, ese Alguien temeroso del que dirán, del que harán.  Sí, soy yo, he vuelto después de tanto tiempo, tantos años, he vuelto a mís 19 años, y tengo miedo. Tengo miedo.

¿Dónde estoy?
¿Qué soy?

Desnudo. Estoy desnudo frente a mi armadura. Sí, ¿quieren saberlo? ¡TENGO MIEDO! Tengo miedo de vestirla y ser algo que no soy, que nunca he sido ni seré. Soy imperfecto, soy débil, soy ingenuo y torpe. Tengo miedos, fobias, traumas, todo es una máscara para que el mundo no me conozca ni me devore. ¡Estoy desnudo frente a ustedes!

Si sigo así seré devorado por la Bestia y si la visto, prevaleceré pero quizás será una mentira. ¿Qué hago? ¿Dónde está ese otro Alguien cuando lo necesito? Ese narcisista hijo de perra, sarcástico, cruel y analítico hasta la médula; de palabras y versos firmes, de convicción y seguridad "inquebrantable"? ¿Dónde estás, Yo?

-Aquí.
-¿Dónde?
-Aquí.
-No te vayas.
-No me voy.
-Quédate.
-Me quedo.
-Ayúdame.
-Ayúdote.

No me dejes caer,
No me dejes ser una mentira.
No dejes que me lastimen.

Ahota me pregunto sí tú eres algo mejor dentro mío o si eres esa armadura de falsedad, deseo que seas el verdadero Yo. ¡Júrame que no eres falso! No me dejes caer, no nos dejes caer.
Escúchame, mírame, no nos dejes caer. Es más, no me dejes volver.

Golpéame.
Ahógame.
Mátame.
Entiérrame.
Enciérrame.
Pero no me dejes volver.

Sólo tú puedes sobrevivir en este mundo a partir de ahora, no yo. Sólo tú puedes sobrevivir con esta locura, no yo. Sólo tú puedes sobrevivir con todas estas fobias, experiencias, pensamientos, locuras y traumas, no yo. Sólo tú, no yo. Así que sé tú el verdadro Yo. Sé tú la verdad, no yo. Sé tú el único, no yo.

No dejes a Alguien caer, no lo dejes caer.

Ahora me marcho y no me dejes volver.
No, no me dejes volver.


- Alguien en algún lugar.






No hay comentarios:

Publicar un comentario